"Claro está que las cosas no pueden ajustarse en la realidad tan bien la una con la otra como los
argumentos en mi carta, porque la vida es algo más que un rompecabezas; pero, gracias a las enmiendas que surgen de esta confesión, y que no puedo ni quiero extender hasta el detalle, se ha logrado, a mi parecer, algo tan próximo a la verdad, que podrá tranquilizarnos un poco a
los dos y hacernos más fáciles la vida y la muerte."
Franz Kafka
De nuevo me sale lo kafkiano y lo gil. Mi padre está muerto.
No es para armar un escándalo ni menos escribir una carta que ya alguien se encargó de redactar.
Pero mi padre está muerto.
Y su muerte no es la puta de Oliverio, ni la rabia de aquél niño de ojos grandes.
Victor Gil está muerto y sólo el diablo sabe lo que de mí se fue con él.