(Pequeña diátriba contra la estupidez seudorastafari)
La religión Rastafari está basada en el Kebra Nagast, un libro que en ningún renglón hace mención del Reggae. Más aun, la música de la orden Rasta son los Nyahbinghi y nada tienen que ver con el Reggae. Hace poco se editó la primera versión al castellano del libro y existen un montón de sitios en la red dónde descargar música rasta.
En una de sus mariguanadas (planta que para los rastas equivale a zamparse sendas católicas ostias), a Bob Marley se le ocurrió decir que profesaba la fe Rasta y desde entonces los imbéciles (en su sentido más etimológico*) asumieron que la fe Rasta, per se, tiene en el Reggae una ofrenda a Jah.
No pretendo extenderme demasiado.
El problema con el reggae es que generalmente los músicos que lo practican dedican mucho más tiempo a "tronárselas" que a preocuparse por leer y solfear como Jah manda. Esto viene a cuento porque en pasados meses se estrenó en Guadalajara y en Puebla, un paupérrimo tributo (disque) sinfónico a Bob Marley. Sí sí, OTRO TRIBUTO A BOB MARLEY (zzzz…) A manos de un grupo de rastosos, y que a mi parecer es un refrito de poco valor que sólo termina siendo un lastre para esta música tan linda.
El Reggae, señoras y señores, ha cumplido jah su mayoría de edad; y del mismo modo que sucediera en su momento con el Jazz o el Tango –por citar sólo un par de ejemplos– es momento de que este ritmito tan noble, inunde las salas de concierto con sus colores.
Es este servidor quien se encargará de dicha empresa y si bien no seré el primero en orquestar Reggae, es cierto también que ni Shostakovich, ni Mahler ni Beethoven fueron los primeros en escribir una sinfonía.
Este proyecto lleva ya unos años gestándose, mi melomanía y la vida misma han impedido que pueda dedicarle más tiempo y energía de los que hasta hoy he invertido en él; puesto que yo tampoco vivo y muero por el Reggae solamente. Soy cageiano, qué remedio.
No se malentiendan mis palabras, no tengo nada contra la bendita Ganja ni contra la fe Rasta. Pero siendo franco, me resulta sumamente molesto ver a un par de changos ataviados a lo Daddy Yankee rapeando pobremente (y tampoco tengo nada contra el Rap; todo lo contrario), acompañados de una menesterosa partitura. Eso sí, enarbolando con orgullo la infalible marca ©Bob Marley y el Reggae como gastadas banderas.
Que se orinen Jah y todo su séquito en los pantalones si hace falta. ¿O es que el Blues sigue siendo exclusivo de gente negra?
Por ahora, eso.
Jesús Gil.
Puebla, Puebla y 16 de septiembre de 2010.
*Imbécil. Del latín imbecillis, formado de im (sin) y becillis. Becillis es el diminutivo de baculum (bastón). Baculum viene del griego baktron (bastón), quienes la usaban para llamar a aquellos que vivían apoyándose sobre los demás, los que dependían de alguien más para poder caminar.
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